1 nov 2014

Wordvember 1.

Cuando no quedan lágrimas que derramar, cuando no queda nada por lo que llorar, cuando ya todo da igual.

Es entonces cuando te das cuenta de que algo ha cambiado y de que volver hacia atrás es imposible, que sólo puedes avanzar sin volver la mirada, esperar a que la tormenta pase y no aferrarte a falsas esperanzas.

Y así, poco a poco, te alejarás, te olvidarás y dejarás de sentir, de sufrir, nada te importará y todo seguirá dando igual.

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