5 dic 2009

La buscadora ya sabe que buscar...


Se supone que la buscadora buscaba sueños, ilusiones, fantasías... pero hoy ha encontrado algo mejor...

Alguien que sea capaz de hacerla enloquecer con una mirada
Alguien que le haga subir al cielo con una sonrisa
Alguien capaz de mostrale el paraíso con una frase
Alguien que pare su tiempo con una caricia
Alguien que con un beso le muestre un poco de la eternidad
Alguien especial.

La buscadora no se ha enamorado, quiere enamorarse... porque, en el fondo, sabe que nunca ha amado... ha querido, sí, pero no ha amado.

¿Encontrará la buscadora lo que quiere?

28 oct 2009

Primera carta a los Corintios (capítulo 13)

1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

14 oct 2009

Cuatro formas de expresar lo mismo.

1º:

Busco. Busco algo y no lo encuentro. Espera… sí… ahora lo veo… ahí está… resplandeciente, brillante, refulgente… pero… no está solo… le acompaña alguien… no… quizás sólo sea… pero no… es… no… no puedo verlo… quema… duele…



2º:

Noche.
Sueño.
Apareces tú y el mundo vuelve a girar.
Vuelvo a imaginar.
Vuelvo a sentir. Vuelvo a respirar.
Empiezo a vivir.
Pero poco dura la felicidad…
Alguien llega,
Y te aleja.



3º:

Ella… aquella que era toda, única… subió, llegó a la cima… y desde allí observó… y vio cosas maravillosas, también imaginó y soñó… pero se tropezó…
Y ya se sabe que lo peor del ascenso es la caída.



4º:

Hoy la buscadora de sueños ha fracasado,
Buscaba un sueño ya agotado,
Perseguía un sueño terminado.
Lo único que ha encontrado,
Un árbol cortado,
Un cristal rayado,
Y por último,
Un corazón apuñalado.

13 oct 2009

Continuará...

Un rayo de sol ilumina una habitación, más en concreto una cama, y más en concreto todavía un rostro. Ese rostro pertenece a Elisabeth, una joven de diecinueve años que duerme plácidamente, sin saber que su vida ha dado un giro de ciento ochenta grados, todo gracias a una reunión de su padre.

Pero su descanso se ve súbitamente interrumpido por alguien que entra en su cuarto, Claire, su hermana mayor.

-Vamos, ¡despierta! Deberías estar ya levantada y vestida, padre llegará enseguida, ¡y dijo que tenía algo que decirnos!-

-Claire… déjame… estoy cansada…- Elisabeth bosteza.

-Eso te pasa por quedarte hasta las tantas leyendo esas absurdas obras de teatro…-

-¡Shakespeare no es absurdo! Tú sí que eres absurda. Te crees que no me entero de cómo te escapas todas las noches para ver a ese tal Henry… Y no sólo eso… también os he oído en tu habitación…- Elisabeth pone cara de satisfacción.

-Como cuentes algo a padre…- Claire enrojece, furiosa.

-¿Qué?- Elisabeth sonríe.

-Nada… venga, baja a desayunar. Iré escogiéndote un vestido.- Claire abre el armario y empieza a rebuscar en su interior.

-Ni se te ocurra coger algo que no sea negro. ¡Y nada de corsés!- Elisabeth sale de su cuarto, se abrocha la bata granate de seda y baja por las escaleras, todavía un poco dormida.

10 oct 2009

Ella

Toda, toda ella.
Soñadora, silenciosa, ruidosa...
Recorre el presente buscando un futuro imposible, recordando un pasado fugaz.
Única, única ella.
Romántica, tímida, solitaria, misteriosa...
Se asoma a la vida ilusionada, creyendo que en el mundo se puede volar...
Pero el mundo no es un lugar para ella, tan frágil, tan sensible y tan especial... aunque nadie lo aprecie, aunque él no la encuentre...

8 sept 2009

Eterno descanso

Era una noche fría de invierno. La gente caminaba de forma acelerada hacia sus hogares, pero Judith sólo podía observar el ir y venir de gente desde su sitio... y hogar, una esquina de una calle comercial por la que todo el mundo pasaba, miraba y compraba pero en la que nadie paraba a preguntarle a aquella mujer, que apenas superaba los treinta, como se encontraba.

La noche se presentaba igual que la de los últimos diez años, era Nochebuena y Judith no tenía más compañía que el suelo y más comida que un trozo de pan y la cáscara de un plátano.

Comenzó a nevar, para alegría de los niños y desolación de Judith, a la que se le presentaba una noche muy dura.

Judith decidió dormir, se encogió entre ropa vieja, periódicos y cartones y cerró los ojos. El sueño acudió rápidamente a su mente e inundó su ser de calor, alegría y esperanza.

En el telediario del día de Navidad aparecía la siguiente noticia, “Joven indigente fallece durante la noche a causa de la nevada y las bajas temperaturas”

La noticia estremeció el cuerpo de muchos pero para Judith fue un merecido y eterno descanso.

1 jul 2009

El secreto (1)

-Buenos días, dormilón. Venga, arriba, vas a llegar tarde a clase.- Ana zarandea a su hijo mientras intenta despertarle.

-Ya voy, mamá.- Responde Alberto entre bostezos.

-Tienes el desayuno listo en la cocina. Date prisa, hijo.-

-Vale, vale...-



Alberto llega corriendo al instituto, entre jadeos y gotas de sudor consigue entrar en clase y dejar la mochila junto a su mesa, segundos antes de que el profesor entre y comience a hablar.

Mientras el profesor explica como se desencadenó la Revolución Francesa, Alberto se aleja de la clase, sin moverse del sitio, y comienza a fantasear, como es habitual en él. Al principio simplemente sueña, sin pensar en nada en concreto, pero rápidmente una persona invade su mente, David, su compañero de clase y amigo desde los cinco años. Pronto, en apenas un instante Alberto está imaginando la velada perfecta con David. Nadie sabe que es homosexual, nadie lo nota, nadie sospecha, incluso David cree que está coladito por Paula, su otra gran amiga. Este es el secreto de Alberto, un secreto que no debe der desvelado...