28 oct 2009

Primera carta a los Corintios (capítulo 13)

1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

14 oct 2009

Cuatro formas de expresar lo mismo.

1º:

Busco. Busco algo y no lo encuentro. Espera… sí… ahora lo veo… ahí está… resplandeciente, brillante, refulgente… pero… no está solo… le acompaña alguien… no… quizás sólo sea… pero no… es… no… no puedo verlo… quema… duele…



2º:

Noche.
Sueño.
Apareces tú y el mundo vuelve a girar.
Vuelvo a imaginar.
Vuelvo a sentir. Vuelvo a respirar.
Empiezo a vivir.
Pero poco dura la felicidad…
Alguien llega,
Y te aleja.



3º:

Ella… aquella que era toda, única… subió, llegó a la cima… y desde allí observó… y vio cosas maravillosas, también imaginó y soñó… pero se tropezó…
Y ya se sabe que lo peor del ascenso es la caída.



4º:

Hoy la buscadora de sueños ha fracasado,
Buscaba un sueño ya agotado,
Perseguía un sueño terminado.
Lo único que ha encontrado,
Un árbol cortado,
Un cristal rayado,
Y por último,
Un corazón apuñalado.

13 oct 2009

Continuará...

Un rayo de sol ilumina una habitación, más en concreto una cama, y más en concreto todavía un rostro. Ese rostro pertenece a Elisabeth, una joven de diecinueve años que duerme plácidamente, sin saber que su vida ha dado un giro de ciento ochenta grados, todo gracias a una reunión de su padre.

Pero su descanso se ve súbitamente interrumpido por alguien que entra en su cuarto, Claire, su hermana mayor.

-Vamos, ¡despierta! Deberías estar ya levantada y vestida, padre llegará enseguida, ¡y dijo que tenía algo que decirnos!-

-Claire… déjame… estoy cansada…- Elisabeth bosteza.

-Eso te pasa por quedarte hasta las tantas leyendo esas absurdas obras de teatro…-

-¡Shakespeare no es absurdo! Tú sí que eres absurda. Te crees que no me entero de cómo te escapas todas las noches para ver a ese tal Henry… Y no sólo eso… también os he oído en tu habitación…- Elisabeth pone cara de satisfacción.

-Como cuentes algo a padre…- Claire enrojece, furiosa.

-¿Qué?- Elisabeth sonríe.

-Nada… venga, baja a desayunar. Iré escogiéndote un vestido.- Claire abre el armario y empieza a rebuscar en su interior.

-Ni se te ocurra coger algo que no sea negro. ¡Y nada de corsés!- Elisabeth sale de su cuarto, se abrocha la bata granate de seda y baja por las escaleras, todavía un poco dormida.

10 oct 2009

Ella

Toda, toda ella.
Soñadora, silenciosa, ruidosa...
Recorre el presente buscando un futuro imposible, recordando un pasado fugaz.
Única, única ella.
Romántica, tímida, solitaria, misteriosa...
Se asoma a la vida ilusionada, creyendo que en el mundo se puede volar...
Pero el mundo no es un lugar para ella, tan frágil, tan sensible y tan especial... aunque nadie lo aprecie, aunque él no la encuentre...