27 dic 2013

El cuadro más grande de todos los que jamás verás

La vida es un lienzo. Un lienzo en blanco que se nos entrega en el momento en el que nacemos. Algunos lienzos son más grandes que otros. Unos son cuadrados y otros rectangulares. Unos son más oscuros y otros más claros. Unos vienen con algún defecto y otros inmaculados. Cada lienzo es diferente y no hay dos lienzos iguales.

Pero un lienzo no es nada sin un paleta con pintura. Cada uno tiene unos colores distintos. A unos les entregan tubos de todos los tonos que hay y a otros sólo les dan un par de tintes ya gastados. Nos entregan también pinceles. Grandes, pequeños. Sintéticos o de pelo natural. De mango de madera o de plástico. Usados o nuevos.

Cada uno empieza a pintar su lienzo en un momento determinado. Ninguna ocasión es mejor o peor, porque cada una especial. Unos lo empiezan con un color y no cambian de gama nunca y otros lo llenan de borrones y contrastes. Hay quien quiere pintar en el lienzo de los demás, con o sin éxito.

Hay lienzos que evolucionan de forma armoniosa, poco a poco. Los hay que son turbulentos y tormentosos. Hay lienzos que se parecen a su autor y otros que es imposible identificar. Al principio todo son bocetos y trazos sin definir, pero poco a poco las líneas se vuelven más gruesas, más decididas. Puede ser que sea al contrario y se empiece a pintar con fuerza y se vaya dejando, cada vez más marchito.

Los cuadros van tomando forma, unos muy pronto y otros nunca. Algunos se quedan a medio a hacer y otros están llenos de dibujos, de historias, de personajes y de fondos. Hay cuadros repletos de figuras y otros que no tienen ninguna.

Hay cuadros rasgados y otros cuidados con mimo. Hay cuadros tan antiguos como el planeta y otros que acaban de ser puestos en el caballete, listos para pintarse. Hay cuadros que se quedan a medio terminar y hay cuadros que no dan más de sí.

Los marcos que los rodean son tan distintos como los lienzos. Los hay presuntuosos y los hay humildes. Los hay llamativos y los hay discretos. Los ha grandes y pequeños. Estrechos o anchos. Brillantes u opacos. 

Cuadros y marcos, marcos y cuadros. Lienzos y pinturas, pinturas y lienzos.

Y tú, ¿qué has pintado hoy en el cuadro de tu vida?

21 nov 2013

Un beso.

Un beso. Te quiero.
Un beso. Reímos.
Un beso. En la mejilla.
Un beso. De amigos.
Un beso. Al aire.
Un beso. De madre.
Un beso. Bailemos.
Un beso. Una lágrima.
Un beso. Y un chupito.
Un beso. De amor.
Un beso. En la frente.
Un beso. Sincero.
Un beso. Y una flor.
Un beso. Un juego.
Un beso. Caminemos.
Un beso. Escondido.
Un beso. De mentira.
Un beso. Y un adiós.
Un beso. Nunca.
Un beso. De fresa.
Un beso. En el cuello.
Un beso. Ayer.
Un beso. Quizás.
Un beso. Una película.
Un beso. Tú.
Un beso. Mañana.
Un beso. Ruido.
Un beso. Nada.
Un beso. Una canción.
Un beso. Te amo.

17 abr 2013

Qué bonita es esta ciudad.

Hay paseos cortos, paseos largos, paseos para hacer ejercicio, paseos para contemplar, paseos para conocer, paseos para sentir, paseos para respirar, paseos para soñar y paseos para enamorar.

Aquella tarde, caminar se convirtió en algo más que dar un paso tras otro sin un rumbo fijo. El movimiento de los pies quedó eclipsado por las miradas, las sonrisas, y los pequeños gestos que de tantas formas se podían interpretar.

Las calles acompañaban todas aquellas sensaciones con olores y sonidos alegres. El bullicio típico de una capital y el ruido que producen los turistas al maravillarse con la elegancia del lugar les envolvieron. Cantantes callejeros y risas de niños. Ladridos de perros y bocinas de coche. Una pequeña sinfonía urbanita para componer una obra mayor.

El Sol cayó, suave y sereno. Los tonos cálidos dieron paso a la tibieza de la noche. La oscuridad escondía secretos, pero también reveló otros, quizás más íntimos y profundos. Un puente sirvió de excusa y las estrellas hicieron el papel de testigos. Pocas, pero brillante, observaron con contenida emoción la torpeza de dos personas que compartían más de lo que imaginaban.

Hay paseos que empiezan y acaban en el mismo lugar, paseos con un destino predeterminado, paseos que no llevan a ninguna parte, paseos que nunca acaban, paseos que no llegan a empezar y paseos que están llenos de ilusiones.