5 ene 2012

Noche de Reyes


Se pone el Sol. Todavía queda algún caramelo tirado por las calles, rastro de la Cabalgata. Niños emocionados no pueden dormir. Roscones llenan las casas.

Coloco mis zapatos en la alfombra de siempre. Preparo una bandeja con tres copas, licor y polvorones. Dejo un barreño con agua junto a la ventana. Apago las luces y cierro la puerta del salón. Una vez en mi cama, a solas, repaso mentalmente mi carta. Sólo he pedido una cosa.

A ti.

Porque tú eres mi mejor regalo.

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