12 feb 2010

Llámame romántica

Menos manos sedientas de cuerpos ansiosos.
Menos caricias repletas de lujuria sin sentido.
Menos miradas ávidas de desnudez.
Menos susurros hambrientos de pasión.

Más manos entrelazadas inocentemente.
Más caricias que provoquen un leve rubor.
Más miradas eternas bajo las estrellas.
Más susurros de poemas escritos con sueños.

Menos calentones y más paseos.
Menos habitaciones a oscuras y más silencios.
Menos parques llenos de voyeurs y más intimidad.

¿Qué pasó con el respeto?
¿Qué le ocurrió a la ternura?
¿Quién asesinó al cariño?
¿Quién se olvidó del romanticismo?

¿Qué hemos hecho?
¿Dónde se quedaron nuestros sentimientos?
¿En qué momento dejamos atrás la pureza?
¿Cuándo se agotaron nuestras emociones?
¿Qué le ha pasado al amor?

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